La mayoría de parejas atraviesan por momentos de crisis, como el adulterio e infidelidad, donde el hombre o la mujer sienten que su confianza ha sido traicionada, al romper uno de los dos la promesa inicial de lealtad y exclusividad de amar solamente a su pareja.
Cuando esto se produce y la infidelidad ha quedado descubierta, no hay recetas para enfrentar en calma el impacto ocasionado ni razones válidas que sirvan como excusa. El choque emocional es fuerte y doloroso, atacando la autoestima de la pareja afectada.
Sin duda alguna, una vivencia tan estresante como esta supone a su vez una cadena de mecanismos de respuesta psicológicos que pueden ir desde un brote de ira desmedido hasta un ciclo de depresión crónica o ansiedad.
¿Cómo afecta a nuestra salud mental?
El impacto en la persona engañada es muy fuerte, aparecen sentimientos de rabia, agresividad, depresión, ansiedad y puede ocasionar también baja autoestima y desconfianza para relacionarse con otras personas o dar inicio a nueva relación.
Asimismo, un estudio publicado en Journal of Social and Personal Relationships sugiere que, para la parte afectada, el impacto psicológico de una infidelidad no solo genera conmoción emocional sino que también se experimentan cambios negativos en nuestra salud física.
Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente? En primer lugar, sabemos que este suceso es uno de los eventos más estresantes y dañinos que enfrenta una pareja, puede desencadenar ciertas conductas riesgosas como alteraciones en el sueño, en el apetito, y pérdida de energía.
¿Se puede prevenir?
Cualquiera quisiera creer que una relación con base sólida, intereses en común y proyectos a futuro, es la clave para que la infidelidad no esté presente, y si bien puede ayudar bastante, lo cierto es que no existe manera de evitar que te sean infiel, pues será una decisión que pasará únicamente por la cabeza de tu pareja.
Sin embargo, existen algunas estrategias que ayudan a fomentar la confianza en tu pareja:
- Asegúrate que la comunicación siempre sea fluida. Una de las bases fundamentales en una relación amorosa es la comunicación asertiva, eso quiere decir que, si existen momentos incómodos es obligación de ambos manifestarlos, discutirlos y ver cómo lo solucionan juntos.
- Planifiquen tiempo para la intimidad. La intimidad y la pasión deben estar siempre presentes en una relación, independiente del tiempo que lleven como pareja. Acordar noches de citas románticas como cuando empezaron a salir o escapadas solo de dos puede encender esa llama que a veces creemos que se apagó.
- Reafirma tu amor con frases simples como ‘Te amo’ y ‘Me importas’. Mirar a tu pareja a los ojos y decirle lo enamorado o enamorada que estás es una forma de reafirmar el lazo que te une a ella. Asimismo, si sientes que esos “sentimientos de amor” se han desvanecido con el tiempo, convérsalo con tu pareja y deja en claro que los quieres de vueltas. De este modo podrán discutir lo que está pasando, hacia dónde van y cómo solucionarlo.
- Vayan a terapia. Aunque creas que esto es para parejas que están a punto de separarse, realmente es bueno para todas. Pueden ver a un terapeuta para que los ayude a encontrar y/o reforzar los puntos positivos de su relación. También pueden hacerlo como prevención antes de que puedan nacer problemas más graves.
Solo recuerda que, curarse lleva tiempo, pero es posible.