SERVICIOS

Tu lugar en la Clínica

La Clínica Psicológica San Alfonso, es un lugar formado por un equipo de psicólogos y psiquiatras altamente especializados. Disponemos de 8 consultorios, con ambientes tranquilos y acogedores donde cuidamos todos los detalles para que te sientas a gusto.

Cómo trabajamos

El tratamiento psicológico que llevamos en La Clínica Psicológica San Alfonso, es integrativo, no excluimos ningún modelo psicoterapéutico, sino que al abordar cada tratamiento tomamos de cada uno de ellos lo que nos resulta más útil, para que de esta manera podamos adaptarnos mejor a las necesidades de cada paciente y realizar un tratamiento psicológico “a su medida”. Posteriormente, se firma el contrato terapéutico.

Preguntas Frecuentes

Es una clínica de atención ambulatoria de psicología que ofrece a sus usuarios o clientes (pacientes) un método psicoterapéutico breve, profundo y eficaz. Hemos conseguido integrar en nuestra terapia psicológica las técnicas más útiles que existen en la actualidad para la resolución de los problemas de índole psicológica, emocional y psicosomática. También realizamos acciones formativas que ofrecen a sus participantes la oportunidad de avanzar en su crecimiento personal y contribuyen a mejorar su bienestar emocional.

Estamos ubicados en la Ciudad de Lima, donde ofrecemos servicios psicológicos a personas que quieren sentirse mejor, buscan resolver un problema, reenfocar una situación o simplemente ponerse en movimiento.

Si sientes que puedes necesitar ayuda psicológica es por diferentes motivos. No sólo es recomendable acudir a un psicólogo cuando no nos sentimos bien o no sabemos qué es lo que nos ocurre. Hay ocasiones en que si sabemos cuál es nuestro problema, pero no sabemos cómo solucionarlo. Hay personas que acuden a consulta porque se sienten mal individualmente, pero también este sentimiento puede ser compartido por la pareja o la familia. Otras personas requieren de nuestra ayuda psicológica por problemas relacionados con sus hijos, por trastornos del lenguaje o por problemas laborales. También se puede requerir ayuda psicológica cuando buscamos orientación, queremos desarrollarnos personalmente o queremos potenciar nuestros recursos.

Un psiquiatra estudia y trata los procesos biológicos relacionados con la salud mental y puede medicarte con fármacos si es necesario; mientras que un psicólogo estudia y trata los procesos psicológicos (pensamientos, emociones y conductas) relacionados con la salud mental.

La psicoterapia es un proceso de comunicación entre un psicólogo psicoterapeuta, es decir, un profesional de la salud licenciado en psicología, colegiado y con formación específica en el área de la psicoterapia y por tanto formado específicamente para evaluar y generar cambios, y su paciente es decir, una persona que requiere ayuda psicológica y se somete voluntariamente a un tratamiento psicológico, que se da con el propósito de una mejora en la calidad de vida en este último, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o emociones.

Su psicólogo & psicoterapeuta, le proporcionará ayuda psicológica, le ayudará a entender por qué se siente mal y a comprender el origen de sus problemas actuales, utilizará las técnicas más adecuadas para producir cambios emocionales, cognitivos y conductuales y le acompañará en el proceso de mejora en su calidad de vida superando sus limitaciones y sacando a la luz sus recursos internos para poder obtener el máximo provecho de ello.

Se trata de una relación profesional donde el psicólogo acompaña y orienta al paciente (pero sin dirigirlo ni juzgarlo) durante todo el proceso terapéutico.

La relación terapeuta-paciente está fundamentada en el respeto mutuo, en la colaboración, en la credibilidad y en la confianza.

El espacio de la consulta psicológica es un espacio para el reencuentro con nosotros mismos, para reconocernos, es decir, conocernos de verdad, en profundidad, aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, fomentar nuestra autoestima y resolver las dificultades que nos impiden sentirnos plenamente bien.

El tiempo aproximado es de una hora. Esta puede variar, según la intervención del especialista, depende de varios factores como son el tipo de problema, su gravedad, el tiempo que lleve instalado, la reacción de la persona al tratamiento y de la colaboración y el compromiso del paciente con la terapia.

Es importante ser conscientes de que un problema que lleva conviviendo con nosotros mucho tiempo difícilmente puede resolverse en unas pocas sesiones. Nuestra experiencia nos indica que gran parte de los problemas se suelen resolver en un periodo aproximado que suele oscilar entre los tres y los seis meses. No obstante, algunos se resuelven en unas pocas sesiones y otros implican realizar una terapia de larga duración.

En un primer momento se recomienda asistir con una frecuencia semanal o quincenal. Cuando la persona esté estabilizada se pasará a espaciar cada vez más las consultas hasta el alta definitiva.

El precio se ajusta a los honorarios que establece el colegio profesional al que pertenece la consulta.  En la primera visita informativa se informa al paciente sobre todos los aspectos que tienen que ver con el tratamiento a seguir, su duración, frecuencia de las sesiones y coste estimado.

Para ejercer profesionalmente como psicólogo es necesario estar colegiado. La confidencialidad es un requisito que impone la colegiación y uno de los deberes fundamentales del psicólogo.

Nuestro método se caracteriza por:

Integrar modelos y técnicas, de esta forma podemos ser más eficaces, eligiendo entre un amplio abanico lo que resulta más adecuado para cada persona.

Ser eficiente, es decir, intentar obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible.

Ser profundo, atendiendo no sólo a los síntomas, sino a las causas que han originado el problema.

Cada persona y cada problema son diferentes y, por lo tanto, cada persona reacciona de forma distinta al proceso terapéutico. Hay personas que experimentan cambios desde el mismo momento en que solicitan nuestra ayuda psicológica y otras que necesitan un número más elevado de sesiones para notarlos.

 

La reacción al proceso terapéutico depende del tipo de problema, de lo arraigado que esté, de las características de personalidad, de la capacidad de aprendizaje y de un factor fundamental, la actitud de la persona ante el tratamiento.