Como padres, tener hijos en casa supone un gran desafío, más aún cuando aquellos pequeños, con el paso del tiempo y los años llegan a la adolescencia, conocida particularmente por periodos de inestabilidad e intensidad en donde sus reacciones y acciones se ven influenciadas por sus emociones. En esta etapa , que se ven los cambios: físicos, emocionales y sociales, en donde los procesos de autonomía e identidad cumplen un rol importante en la autorregulación.
Llamamos autorregulación a aquel proceso por el cual un individuo tiene la capacidad de controlar y entender sus reacciones emocionales. Dicho proceso debe iniciar a una temprana edad siendo enseñada por los padres y/o tutores del menor; sin embargo, vemos hoy, como muchos de los adultos no saben gestionar sus propia emociones lo que hace complicada la tarea de que sepan guiar y acompañar a sus hijos en la autorregulación emocional.
Por lo mencionado anteriormente, vemos como, no solo la enseñanza por parte de los padres o tutores, sino también el ejemplo cumple un rol fundamental en esta etapa de la vida en relación a las emociones de los adolescentes.
Finalmente, es recomendable que como padres y/o tutores que en este desafío de educar en las emociones pueda ser esta una tarea multisectorial; por supuesto la familia posee un papel fundamental como entorno y núcleo cercano, pero que también es relevante mencionar que la educación de las emociones compete a otros ámbitos como es el sistema educacional, en donde se debiese inculcar a los menores la gestión emocional y propiciar herramientas necesarias para enfrentar la vida.
