Los límites laborales ayudan a salvaguardar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro propósito. Algunos límites laborales son funcionales y claros, mientras que otros son más intangibles y flexibles.
Sin embargo, tener límites claros no significa que no pensaremos en el trabajo cuando estamos trabajando o que no pensaremos en cosas personales durante el tiempo de trabajo.
Los límites nos alientan a tener tiempo dedicado al trabajo y tiempo dedicado para recargar nuestras energías. De hecho, debería haber un cambio de mentalidad palpable, en donde al terminar el trabajo, se tenga la sensación de que hemos terminado por el día. Para ello, saber establecer límites es saber respetar nuestro tiempo, nuestros descansos y lo que merecemos.
Además, poner límites en el trabajo para evitar conflictos por malos entendidos tanto a nivel laboral como a nivel personal es esencial que haya claridad: Qué SÍ se puede hacer y qué NO se puede hacer.
A nivel personal es muy importante que sepas poner límites en todos los ámbitos de tu vida para tener una vida armoniosa y no sentirte invadido, abusado o sobrecargado, ya sea en el trabajo, con tu pareja, con tus familiares incluyendo padres e hijos.
¿Cómo poner límites?
- Comprender tu valor es esencial. Puede pasar que, si no nos sentimos suficientes, podemos dedicarnos a nuestro trabajo para tratar de determinar lo suficiente a partir de nuestra producción, utilidad e indispensabilidad. Pero al hacerlo, tendemos a dirigirnos hacia el agotamiento: cuanto más hacemos, más lejos se siente lo suficiente. Además, quienes nos rodean se acostumbrarán a nuestro nivel de producción. Es más probable que digamos que sí a lo que se nos pide, incluso cuando preferimos decir que no.
- Es importante identificar las cosas no negociables. ¿Por qué? Casi todas las decisiones laborales que tomamos implican consecuencias y compromisos. Es útil tener una lista de cosas no negociables prescritas cuando tenemos el tiempo y el espacio para sopesar las implicaciones de las elecciones que podríamos tomar en lo que respecta al trabajo. Si decimos que sí a las horas extra, ¿a qué le decimos que no? O incluso, ¿a qué le estamos diciendo “sí”?
- Debe haber espacio entre la ocupación de uno mismo y el trabajo. Tomar los descansos a los que tenemos derecho es una buena manera de tener un respiro y crear espacio: los descansos para el café o los descansos para el almuerzo. Crear espacio tomando descansos no significa que ya no seamos apasionados, dedicados o motivados, simplemente aumenta nuestra capacidad para seguir aprovechando nuestra pasión, dedicación y motivación al máximo.
- Disfrutar del tiempo libre y desconectarte después de haber trabajado durante la jornada laboral y de casa, te hará sentir más tranquilo. Procura compartir en familia y/o realizar otras actividades como hacer ejercicio, meditar, escuchar un concierto, jugar, entre otras.