Cuando nuestros hijos se encuentran suspicaces en sus decisiones y más cuando terminan el grado secundario, tienden a realizar preguntas referente a su carrera profesional o dejar de estudiar. Por esa razón, los padres deben de estar preparados para absolver sus dudas para que sientan su apoyo y no confundirlos con nuestros propios pensamientos que queramos infringir, recordemos que es su vida y su decisión.
La orientación se relaciona con el autoconocimiento del adolescente, tienden a confundirse con la nueva etapa que próximamente viene a su vida, hasta tal punto, que lleva la razón de sus familiares. Asimismo, se pueden guiar por los test electrónicos que encuentran en internet, que si bien no debemos de juzgar, tenemos que tener presente sus fortalezas o debilidades que en un solo test no te van a demostrar. Por tanto, ello debe de estar acompañado por los docentes o sus padres que les garantice conocimientos acerca de las diferencias entre lo que les gusta o disgusta. Además, ellos deben de estar atentos si actúan de forma imponentes o con ciertas obligaciones que el adolescente se encuentre entre el muro sin tener adonde ir, por consecuencia, ellos intenten dejar la universidad o no ejercer con su carrera culminada.
Por tanto, antes de elegir una carrera deben de ponerse a reflexionar acerca de sus capacidades y potencialidades, que no se contemple las expectativas de los padres o una organización planeada en su vida como lo hubieran deseado, incluso deben de escuchar asertivamente las opiniones del adolescente y dejarles de comparar con alguien cercano. Por ello, no esperemos que terminen la secundaria y se encuentren dudosos sobre su camino a seguir, busquemos las cosas favorables de su persona y no impongamos lo que quieran hacer o soñar.
