El amor va mucho más allá que el afecto que siente una persona por otra, propiamente dicho es un término complejo de definir, desde siglos anteriores los filósofos cuestionaban acerca del mismo y cayeron en cuenta que era mejor sentirlo, vivirlo y experimentarlo.
En la actualidad, se nota cada vez con más frecuencia el inicio de relaciones entre personas que llevan poco tiempo de haberse tratado o conocido, es aquí donde entra a jugar un rol muy importante la amistad, pues, bien se dice que mientras haya amistades largas y bien consolidadas, esto contribuiría a mantener una buena relación de pareja; sin embargo, también la madurez de los miembros de la pareja es un punto a tratar.
Cada ser, desde su individualidad, posee características valiosas que lo hacen único y auténtico, pasa del mismo modo en la forma de amar, en el modo en cómo ofrecen y demuestran este sentir, sucede entonces que cada uno en su particularidad puede aprehender del otro y atreverse a conocer lo que te suma.
En ocasiones de las carencias nacen virtudes, la dependencia se desarrolla de modo tal que, el apego gestionado desde muy pequeño se hace evidente reforzando conductas y patrones que actúan negativamente en la persona cuando la relación con los cuidadores no se ha dado de la mejor manera. Por la dependencia se ven afectadas diversas áreas de la vida, como los vínculos sociales, familiares y el área personal donde se ve limitando el actuar de modo individual, creando así miedos irracionales respecto a un posible abandono.
La pandemia ha generado que los problemas ya existentes sean maximizados, esto debido al estrés y cambios significativos en la rutina. Durante el confinamiento se ha develado a la pareja tal como es, se han hecho notar errores, desaciertos y de algún modo la idealización se esfumó, a esto se ha sumado las dificultades como la carencia respecto a la gestión de emociones y la resolución de problemas.
Finalmente vale recordar que el amor es un arte y la felicidad tanto del otro como la propia es el reto del día a día; mientras mejor se conoce a sí mismo mejor puedo saber qué espero de la otra persona.
