Conociendo la diversidad sexual: Identidad de género

La diversidad está presente en todos los aspectos de la vida, es generadora de acuerdos y desacuerdos, ya que representa uno de los principales conflictos actuales en nuestra sociedad.

Cualquier tipo de diversidad: étnica, cultural, o sexual, implica valores como la solidaridad y el respeto por las diferencias.

La diversidad sexual hace referencia a la posibilidad que tiene una persona de vivir su orientación sexual e identidad de género de una manera libre y responsable.

Hablar de diversidad exige aprender a diferenciar qué elementos la componen:

  • Sexo biológico: características biológicas y físicas usadas típicamente para asignar el género al nacer, como son los cromosomas, los niveles hormonales, los genitales externos e internos y los órganos reproductores.
  • Género:  construcción social, cultural y psicológica que determina el concepto de mujer, hombre y de otras categorías no binarias o normativas. Es la conceptualización de nuestra identidad y comportamientos.
  • Identidad de género o identidad sexual: es la percepción y manifestación personal del propio género. Es decir, cómo se identifica alguien independientemente de su sexo biológico. La identidad de género puede fluir entre lo masculino y femenino, no existe una norma absoluta que lo defina.

El momento actual: Sexo, Género y Orientación Sexual

Hoy en día consideramos que las orientaciones y comportamientos sexuales entre personas del mismo sexo es una variante normal del comportamiento sexual humano, y la identidad transgenérica se contempla como una falta de adecuación del sexo biológico de una persona al género con el que se siente identificada, sin asociarse en ningún caso, por fin, con trastornos mentales.

En los últimos años ha aumentado el número de lugares en los que se ha aprobado el matrimonio igualitario, así como la viabilización del cambio de nombre y género ante la ley.

Estas acciones significan un paso más hacia la plena incorporación a la sociedad por parte de personas no heterosexuales y/o con identidades de género alternativas, al menos en el plano formal.

Actualmente, la lucha continúa por el reconocimiento de la igualdad de derechos sin ningún tipo de discriminación sexual, y aún queda mucho camino por recorrer.

 

¿Cómo impacta la discriminación sobre la salud de la población LGBTIQ+?

Tales estudios han mostrado que el desafecto, la inequidad, la discriminación, el tratamiento degradante y la negación de derechos son algunas de las agresiones y manifestaciones de hostilidad frecuentes en muchos casos.

Se contemplan, además, otras consecuencias que atañen a la vida privada, como la limitación de derechos en lo relativo a custodia de hijos, a la adopción, a la convivencia social.Estas expresiones pueden provocar consecuencias psicológicas como es el desarrollo de estrés, ansiedad, depresión,  y con ello un índice mayor de abuso de alcohol y drogas, llegando a generar en conjunto intentos de suicidio, o incluso suicidios consumados.

Todo esto hace difícil e incompatible un estado de bienestar completo en todas las facetas de la vida personal e interpersonal de las personas LGBTI.

Por tanto, el reconocimiento social de los derechos sexuales en la cultura occidental es todavía un proceso en construcción que supone distintos retos, entre ellos plantear un enfoque de derechos humanos en el ámbito de la sexualidad que implique el principio de indivisibilidad, es decir, que los derechos sexuales estén intrínsecamente unidos a los derechos sociales, económicos, culturales y políticos.

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