La procrastinación en la adolescencia por lo general suele ser común, los jóvenes se ponen a pensar en todo lo que les queda por estudiar y realizar, y se encuentran agobiados porque creen que no serán capaces de conseguirlo hasta la fecha u hora indicada. Aquel agobio genera que los adolescentes se sientan sumamente abrumados por el estrés ante las actividades que deben hacer o incluso por la pereza, de esta forma logran posponer lo importante para otro momento, dando paso así a la procrastinación.
Se da paso a la procrastinación cuando se aplaza alguna tarea que se tiene que realizar y tiene cierto grado de importancia, dicho aplazamiento suele darse debido a emociones como la ansiedad, aburrimiento y pensamientos negativos que impiden realizar las actividades en el plazo necesario y adecuado. Frente a ello, es muy sencillo, para los adolescentes, encontrar excusas para evitar las emociones desagradables y hacer cualquier otra actividad más placentera pero que no necesariamente ayudan a agilizar las actividades pendientes.
Por lo general, la procrastinación en la adolescencia hace que luego, estos se sientan más estresados por haber dejado sin hacer algo que era importante y alejándose de sus metas y objetivos. Por ello es necesario que los padres y/o tutores apoyen a sus hijos con consejos prácticos y no juzgar o aumentar su nivel de estrés y agobio con frases como: “si sigues así, no tendrás un futuro” o “yo a tu edad podría con eso y más”.
Algunos consejos prácticos para que el adolescente y su entorno más cercano pueda “dar lucha” contra la procrastinación es identificar qué es lo realmente importante en ese momento, y al hallarlo, automáticamente conocer cuáles son las distracciones, que son un obstáculo en la realización de las actividades pendientes. Simultáneamente, entre la familia respetar los horarios de trabajo ayudará que se asocie con mayor facilidad ese momento con el estudio haciéndolo más llevadero.
Por otro lado, establecer metas y objetivos claros y dividirlos en sub-metas más pequeñas, se volverán más asumibles y será más sencillo trabajar la procrastinación.
Finalmente es muy importante que los padres y/o tutores puedan alentar y ser un sostén para los adolescentes; se sabe que la adolescencia es una etapa en donde las emociones no son constantes, y se abren paso a la independencia y la búsqueda de sí mismos, por lo tanto, necesitan de entendimiento sin llegar a la permisividad.