Todo se hace con amor y por amor, aún más cuando existen hijos y el deseo de lo mejor para ellos es una prioridad.
Los adultos desde su rol de padres o cuidadores forman parte del contexto más cercano de un niño o adolescente, relacionándose con ellos desde su llegada al mundo, siendo su presencia de gran relevancia ya q contribuyen en su desarrollo y relación con el mundo que empiezan a explorar.
Las competencias parentales muchas veces no son consideradas por quienes las ejercen como tal lo demanda su denominación, estas consisten en ser un modelo de crianza seguido por los padres de familia, son el rol que cumplen estos con sus hijos.
Existen factores que influyen para poseer competencias parentales sanas y adecuadas, empezando por la herencia familiar y los vínculos que se han formado de antes, lo siguiente son las experiencias vividas, las que durante la niñez o adolescencia se ha atravesado desde el maltrato o amor, situaciones agradables o desagradables, lo que conforma la historia personal, y finalmente influye también el contexto, compuesto por las amistades, el colegio, vecindario, lo que rodea y está en el exterior.
Existen casos donde los padres ejercen estilos de crianza contrapuestos, suele darse una situación donde uno quiere imponerse frente al otro, momento donde se debe intervenir y buscar que las partes sedan y entiendan que ambos son parte del mundo de su hijo y las acciones que ejerzan serán directamente recibidas por su hijo, ya sea niño o adolescente.
Lo ideal sería que siempre los padres tengan presentes que, al tener hijos, existirá una persona que requerirá de su atención y que al notar alguna dificultad pueden recurrir a un profesional para recibir la orientación adecuada, no esperar a que la situación se desborde, el acompañamiento psicológico oportuno juega parte fundamental y su intervención facilitará los canales de comunicación y contacto entre padres e hijos.
Ingresa al link de la entrevista https://www.youtube.com/watch?v=flsbDGaa9a4&t=2s
